Volumen 16. La práctica de la psicoterapia – Carl G. Jung – Parte 1: Problemas generales de la psicoterapia (Resumen)

Este documento ha sido traducido de la obra Abstracts of the Collected Works of C.G. Jung, publicada en 1978 por el Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos, cuya misión es proporcionar una difusión eficaz de la información científica de diversos enfoques sobre salud mental. Correponde al abstract «General problems of psychotherapy», En: Jung. C.G., Vol 7, 2° ed, Princeton University Press, 1966, pp. 3-125. Como se menciona en el prefacio de esa obra, ningún resumen puede reemplazar una lectura cuidadosa del documento original.  Estos resúmenes sirven sólo como guías para que los usuarios puedan seleccionar los capítulos o artículos para leerlos en profundidad.  

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Traducido del inglés por Juan Carlos Alonso G.

VOLUMEN 16: LA PRÁCTICA DE LA PSICOTERAPIA

Primera Parte

Problemas generales de la psicoterapia

1. Prólogo

2. Consideraciones de principio acerca de la psicoterapia práctica

La psicoterapia se define como una especie de proceso dialéctico, un diálogo y discusión entre dos personas. Se examinan las diversas escuelas de pensamiento sobre psicoterapia y se concluye que su variedad no invalida necesariamente sus premisas divergentes. La interdependencia de la psique y el cuerpo se establece como un principio teórico básico. Inicialmente, el psicoterapeuta no puede juzgar la totalidad de la personalidad de su paciente. Aunque se puede considerar que el paciente se aproxima al hombre universal, su individualidad es suya y se le debe permitir expresarse sin verse obstaculizada por las suposiciones del médico. Dado que lo individual no significa nada en comparación con lo universal, y lo universal no significa nada en comparación con lo individual, métodos como la sugestión y el 11 mana, el poder curativo universal, pueden tener cierto éxito. Sin embargo, se cree que este éxito está limitado por las contradicciones de la antinomia individual/universal. Las psiconeurosis se pueden dividir en dos grupos principales: tipos colectivos con personalidad subdesarrollada e individualistas con adaptación colectiva atrofiada. Se advierte a los terapeutas que traten a sus pacientes de acuerdo con la individualidad única e impredecible de estos últimos; la cura no debe alterar la personalidad del paciente sino conducir a su individuación. Cabe señalar que el procedimiento dialéctico exige la actitud más imparcial posible por parte del terapeuta, que participa en el discurso terapéutico con su paciente. El concepto freudiano de dimensión profunda resultó lógicamente en la participación de la personalidad del médico y del paciente en el tratamiento psicoterapéutico. Dado que la actitud consciente del neurótico debe equilibrarse con contenidos compensatorios o complementarios del inconsciente, se subraya la continuidad de los sueños, fuente de contenidos inconscientes. En una serie de sueños de dos meses, por ejemplo, era recurrente un motivo de agua, símbolo del inconsciente colectivo. Otra serie de sueños se centró en varias formas de mujer, que representan la personificación mitológica del inconsciente, el “anima”. Es justificable recurrir a ideas mitológicas para ayudar al paciente. Las creencias religiosas se consideran formas de psicoterapia que tratan y curan el sufrimiento del alma y el sufrimiento del cuerpo causado por el alma. Dado que muchos pacientes no tienen tales creencias, para ellos está indicado el desarrollo dialéctico del material mitológico que contienen. Se distinguen varios tipos de personas para las que se requiere un trato diferente. El objetivo del proceso terapéutico es permitir al paciente asimilar los elementos inconscientes de su psique, logrando así la integración definitiva de su personalidad y la eliminación de la disociación neurótica.

3. ¿Qué es la psicoterapia?

Se discute la naturaleza de la psicoterapia como una ciencia que requiere el uso de métodos científicos y nuevas formas de tratamiento. Una mirada a los métodos anteriores muestra que la terapia de sugestión había cedido y que se atendieron las exigencias de Freud de traer a la conciencia las causas de las neurosis. La teoría del trauma, originalmente destinada a explicar la causa de las neurosis, es rechazada por ser una generalización apresurada, y se demuestra que incluso Freud abandonó esta teoría por la de la represión. Se hizo evidente que la psicoterapia moderna no puede aplicarse de forma generalizada, sino que debe prestar una atención general e indivisa al individuo. Esta teoría va más allá del psicoanálisis freudiano y de la psicología individual de Adler en el sentido de que enfatiza la necesidad de una individualización más amplia en el método de tratamiento. Se advierte al médico que evite influir en el paciente en la dirección de sus propias inclinaciones porque sólo cuando un hombre vive a su manera puede ser responsable y capaz de actuar. Los métodos de tratamiento recomendados demuestran que, en todos los casos claros de neurosis, la reeducación y la regeneración de la personalidad son esenciales. Se considera esencial que los métodos psicoterapéuticos modernos tengan en cuenta la filosofía de las ciencias humanas y se basen en un conocimiento profundo de la psiquiatría. Para un estudio adecuado de los sueños, se requiere un estudio de la psicología primitiva, la mitología comparada y la religión.

4. Algunos aspectos de la psicoterapia moderna

Se examinan y evalúan las teorías de Freud sobre el inconsciente. Se rechaza su suposición de que traer a la conciencia las causas de las neurosis las curará, así como su opinión de que los sueños son una fachada. En cambio, se considera que los sueños son un reflejo de elementos básicos de la psique de un individuo, y la regresión a la infancia se considera un signo de los esfuerzos del paciente por encontrarse a sí mismo. La concepción negativa del inconsciente sostenida por Freud se rechaza en favor de la creencia de que el inconsciente es un factor creativo y el bastión del conservadurismo ancestral. Al discernir las verdaderas razones de sus anhelos infantiles y al penetrar en el amplio reino de la psique colectiva, el paciente puede entrar en la matriz sana y natural de la mente humana.

5. Metas de la psicoterapia

Se examinan opiniones divergentes sobre la estructura de las neurosis y los principios de la terapia y se comparan con las que se derivan de las observaciones clínicas de los pacientes. Aunque se considera que la explicación freudiana de la neurosis en términos de causalidad sexual y el punto de vista de Adler basado en la voluntad de poder corresponden a realidades psíquicas, sus métodos no pueden aplicarse indiscriminadamente. Debido a que la vida individual es extraordinariamente diversa, se exhorta al psicoterapeuta a abandonar un objetivo demasiado fijo y a ser consciente de la naturaleza inconsciente del paciente y de su voluntad de vivir. Se hace una distinción entre pacientes jóvenes que deben moldear su ego consciente y pacientes mayores que están más preocupados por comprender el significado de su vida interior. El análisis de los sueños se recomienda cuando los métodos racionales de tratamiento no tienen éxito, ya que, aunque no son científicos, proporcionan un método práctico para mostrar al paciente la tendencia de su inconsciente. Se considera necesario que el médico sepa todo lo posible sobre psicología primitiva, mitología, arqueología y religión comparada para enriquecer por analogía las asociaciones de sus pacientes. Se considera que la fantasía, el lado maternalmente creativo de la mente masculina, está ligada a la raíz principal del instinto humano y animal; por lo tanto, se considera válido alentar al paciente en sus fantasías sin ir más allá del significado que le resulte efectivo. Se fomenta la pintura, no por el arte, sino para ayudar al desarrollo de la independencia y la madurez psicológica, liberando al paciente de la dependencia de los sueños o del conocimiento del médico. Sin embargo, pintar por sí solo no es suficiente; debe ir acompañado de una interpretación sintética que permita al paciente, en colaboración con el médico, alcanzar una comprensión intelectual y emocional. Se destacan los problemas que plantea afrontar este proceso de vida psíquica que se encuentra fuera de la conciencia; Dado que la realidad psíquica no es proporcional a la realidad consciente, la observación de la psique sólo puede ser indirecta; sin embargo, es esta realidad psíquica independiente la que el terapeuta debe sondear.

6. Los problemas de la psicoterapia moderna

Se analiza el uso del término psicoanálisis para describir muchos enfoques diferentes para el estudio y tratamiento de la psique y se examinan métodos terapéuticos alternativos, como el psicoanálisis freudiano, la psicología individual adleriana, la psicología médica y la psicología analítica. La diversidad de opiniones profesionales que implican los distintos métodos indica la dificultad inherente al acceso a la psique. La psicología analítica se define como abarca tanto el psicoanálisis como la psicología individual. Este enfoque incluye cuatro etapas: confesión, elucidación, educación y transformación. Posteriormente se analiza cada una de estas etapas. En la primera etapa, los secretos o emociones inhibidas, análogas a los pecados reprimidos que conducen a las neurosis, deben confesarse para permitir que el paciente recupere su plenitud, y debe romperse su dependencia del médico, la transferencia. A continuación debe tener lugar la elucidación de esta transferencia y analizar la fijación del paciente. Se examinan las teorías de Freud y Adler en su relación con esta etapa. Se destaca la importancia de sacar al paciente de sí mismo en un proceso de educación para lograr una adaptación normal. Se considera que la cuarta etapa, la transformación, afecta tanto al paciente como al médico, cuyas personalidades han interactuado a lo largo del tratamiento. Se hace hincapié en la necesidad del médico de autoeducarse y comprender que tanto él como el paciente están en busca de una cura que involucre no sólo al cuerpo sino a toda la psique.

7. Psicoterapia y cosmovisión

Se amplía el tema de que la psique debe ser tratada con suficiente atención a los factores fisiológicos y espirituales. La dificultad de la tarea psicoterapéutica reside en el concepto de que la psique, influenciada por factores tanto fisiológicos como psicológicos, tiene una estructura contradictoria que da lugar al problema de los opuestos. Este problema, una vez traído a la conciencia, se considera capaz de amenazar la filosofía de vida tanto del terapeuta como del paciente. Dado que la filosofía de vida del hombre, la más compleja de las estructuras psíquicas, forma la contraposición a la psique fisiológicamente condicionada, en última instancia determina su destino. Por lo tanto, el psicoterapeuta necesita tener convicciones propias válidas y bien desarrolladas, pero estar abierto a buscar con el paciente sus ideas religiosas y filosóficas. Tanto las convicciones religiosas como las filosóficas se consideran extremadamente valiosas para el proceso psicoterapéutico, especialmente la visión cristiana del pecado y el sufrimiento original. En un análisis de la neurosis de un paciente, se aconseja al psicoterapeuta explorar conceptos tanto precristianos como no cristianos para poder abordar el simbolismo arquetípico en el inconsciente. El psicoterapeuta debe ser consciente de que la neurosis no es una cosa separada sino la totalidad de la psique patológicamente perturbada, por lo que no es la neurosis sino el hombre en su totalidad el que debe ser tratado.

8. Medicina y psicoterapia

En una reunión de 1945 de la Academia Suiza de Ciencias Médicas se analizan las diferencias entre medicina y psicoterapia. Se examinan las tres etapas del procedimiento médico: anamnesis, diagnóstico y terapia y se comparan con los procedimientos psicoterapéuticos. En psicoterapia, la anamnesis, la reconstrucción de los hechos históricos del caso, debe complementarse con una consideración de todo el entorno del paciente. En consecuencia, la tarea del psicoterapeuta implica formular preguntas aparentemente no relacionadas con la psiconeurosis del paciente y aplicar su habilidad profesional y su intuición para extraer datos sobre una enfermedad que involucra al hombre en su totalidad. A diferencia de los casos médicos, el diagnóstico se considera irrelevante, ya que en psicoterapia el descubrimiento de los hechos no sienta las bases para un tratamiento específico, sino que sólo da indicaciones sobre la dirección que debe tomar la terapia; El reconocimiento de la enfermedad depende mucho menos del cuadro clínico que del contenido de los complejos. Cada psicoterapeuta no sólo tiene su propio método: él mismo es ese método. El tema de la psicoterapia, a diferencia del de la medicina, no es la enfermedad sino el ser humano psíquicamente definido. Estos puntos de vista llevan a la importante conclusión de que la psique real y auténtica es el inconsciente, mientras que la conciencia del ego sólo puede considerarse como un epifenómeno. Se analiza la creencia de que existen ciertos modos prenatales de comportamiento y función que influyen en la psique individual, como lo indica la recurrencia de temas comunes en la mitología y otros folklores, y se determina que el psicoterapeuta debe considerar las neurosis de acuerdo con sus criterios. su conexión con las perturbaciones instintivas y sus patrones situacionales. Se concluye que la psicoterapia debe ir más allá de la sintomatología médica ya que aborda la psique detrás de los síntomas y requiere conocimientos adquiridos tanto de las ciencias humanas como de las ciencias naturales.

9. La psicoterapia en la actualidad

Se discute la relación entre la psique individual y el mundo suprapersonal del paciente. Esta relación se experimenta primero dentro de la familia, pero debe ampliarse para incluir el mundo entero en el que uno debe entrar como persona completa. La proyección, la extensión de las imágenes de los padres a toda la realidad externa, se considera una causa importante de neurosis, y la retirada de la proyección de la imagen de los padres de la realidad externa es una de las tareas más difíciles de la psicoterapia. El reconocimiento de la necesidad de facilitar la transición del niño al adulto es evidente tanto en las ceremonias primitivas como en las cristianas. Se advierte al psicoterapeuta que debe tener en cuenta la orientación patriarcal de la psique que la tradición ha fomentado, y también protegerse contra la transferencia mediante la cual el paciente desarrolla una dependencia demasiado grande del médico. Se señala que el médico debe tener en cuenta las creencias religiosas del paciente para lograr la reintegración de su psique. Este proceso de individuación se ve como el descubrimiento de uno mismo, un objetivo reconocido tanto en el Yoga como en la filosofía alquímica medieval. El esfuerzo europeo por sustituir la colectividad de la Iglesia por la colectividad del Estado se interpreta como un reflejo del anhelo profundamente arraigado de los europeos por un orden patriarcal, por autoridad. Se rechaza la dominación del individuo por el Estado porque priva al primero de su destino legítimo. Se afirma el objetivo de la psicoterapia: educar a las personas hacia la independencia y la libertad moral. Intentar someter este objetivo a un sistema político particular se considera como hacer de la psicoterapia la herramienta del totalitarismo. Se reconoce la necesidad de integrar al individuo en la sociedad, por lo que no se defiende el individualismo extremo. Sin embargo, se concluye que el proceso de individuación debe dar libre juego a la naturaleza y que la psicoterapia debe dedicarse al objetivo del desarrollo individual.

10. Cuestiones fundamentales de la psicoterapia

Se revisa la historia de la exploración humana de la psique desde Paracelso hasta Freud y se señala e ilustra el elemento subjetivo en las teorías de la psicoterapia con referencia a la rígida insistencia de Freud en el principio del placer y el énfasis de Adler en la voluntad de poder. Para evitar demasiada subjetividad en el tratamiento de sus pacientes, se insta al médico a someterse él mismo a un análisis para conocer sus propias actitudes antes de tratar a pacientes cuyas actitudes pueden variar mucho. El proceso psicoterapéutico se reconoce como un proceso dialéctico en el que tanto el paciente como el médico se involucran profunda y a menudo dolorosamente. Dado que muchos factores, sociales y externos, así como internos e inconscientes, influyen en cada hombre y el médico debe tenerlos en cuenta, los valores colectivos tradicionales, así como la propia individualidad del paciente, se consideran elementos importantes en la reconstrucción de su personalidad. Dentro de cada hombre hay un superyó que puede entrar en conflicto con su propio sistema psíquico, creando así una neurosis. Se describen varios tipos de neurosis y se expresa la creencia de que el paciente puede curarse, cuando se le muestra dónde residen sus conflictos. Para lograr esta cura se debe considerar la filosofía de vida de cada individuo y la relación compensatoria entre el consciente y el inconsciente. Esto implica que la tarea principal del psicoterapeuta es develar el inconsciente sin ideas preconcebidas. Dado que el inconsciente es un fenómeno colectivo cuya existencia está indicada por la reaparición de ciertos arquetipos y mitologemas a lo largo de la historia del hombre, se concluye que una verdadera comprensión del inconsciente requerirá una consideración de la unidad del inconsciente colectivo.

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