Erich Neumann nació en Berlín en 1905, pero se residenció posteriormente en Tel-Aviv. Neumann fue considerado como uno de los mejores discípulos de Jung y uno de los participantes más importantes de las conferencias de Eranos. Fue psicoanalista y especialista en simbología, y uno de sus mayores éxitos fue analizar brillantemente el arquetipo de la Gran Madre, que es otra de sus grandes obras. Pero su obra más importante es indudablemente esta de Los orígenes e historia de la consciencia, de la cual presentamos un resumen de la Primera Parte de este escrito. Este autor murió en 1960.
Este documento fue ampliado y actualizado en marzo de 2024.
______________________________
Reseña de Juan Carlos Alonso G.
Uno de los planteamientos básicos de la Psicología Analítica es que el ser humano fue desarrollando la consciencia de manera muy lenta a lo largo de la historia, emergiendo de los abismos y profundidades del inconsciente colectivo y evolucionando hacia el inconsciente personal, hasta llegar al grado de desarrollo actual de la consciencia, lo cual no es de ninguna manera un nivel alto ni de gran estabilidad. Por eso son tan comunes los trastornos psicológicos. Dice Jung que es tan incompleto el resultado que aún quedan vastas zonas sumidas en las tinieblas.
Además, dicha evolución consciente se da no sólo en la historia de la humanidad (es decir en el plano filogenético) sino que se repite en el desarrollo de la conciencia en la vida de cada individuo (es decir en el plano ontogenético).
Neumann, en esta primera parte de su obra, «Las etapas mitológicas en la evolución de la consciencia», se apoya en un gran conocimiento de la mitología clásica y en el estudio comparado de las religiones, para rastrear la historia y ofrecer evidencias que comprueban estas hipótesis junguianas. Los estadios comienzan y terminan con el símbolo del uroboros, o serpiente que se devora a sí misma, el cual tiene dentro de sus múltiples significados la idea de que el final de muchos procesos se identifica con el comienzo de otros.
Los distintos estadios que presenta el autor representan una secuencia que es proyectada en los mitos universales, por lo que es posible seguir la trayectoria del desarrollo de la conciencia en el ser humano, a través del estudio de los mitos. Neumann va a mostrar cómo en los referentes mitológicos se pueden encontrar arquetipos que mantienen una estrecha relación unos con otros y que marcan la sucesión de estadios que constituyen el desarrollo de la conciencia a través de la historia de la humanidad.
Y en la segunda parte de la obra, «Las etapas psicológicas en el desarrollo de la personalidad», que no se describe acá, el autor señala la manera en que, en el curso de vida de cada ser humano, el yo debe pasar por las mismas fases arquetípicas, siguiendo el mismo camino recorrido antes de él por toda la humanidad. Se demuestra en efecto que la evolución histórica de la conciencia del yo se da a través de un proceso continuo en el que la conciencia va asimilando un número cada vez mayor de contenidos inconscientes, lo cual le permite ampliar progresivamente sus propias fronteras.
Estos son los tres estadios evolutivos de la conciencia:
___________________________________________________
MITO DE LA CREACIÓN
Este Primer estadio del Mito de la Creación contiene tres etapas: 1) El Uroboros, 2) La Gran Madre, y 3) La Separación de los padres primordiales.
_____________________________________
Primera etapa: El Uroboros
Representa la fase primigenia de totalidad y autocontención, donde no existe distinción entre el yo y el mundo externo y el Yo vive una experiencia paradisíaca. |
«El uroboros representa lo redondo que contiene, es decir, el vientre primitivo materno y el útero, pero también la unión del antagonismo masculino-femenino, los ancestros, padre y madre, unidos en cohabitación permanente… El incesto urobórico es una forma de penetración en la madre, de unión con ella… El uroboros simboliza también el impulso creador del nuevo comienzo, la ‘rueda que gira por sí misma’, el primer movimiento y la espiral…».
Y es que todo comienza, tanto en el origen de la humanidad como en la mente del bebé, con un estado urobórico. Dice Neumann: «El estado de alborada que caracteriza el principio se proyecta mitológicamente en forma cósmica…». Los relatos «deben comenzar, invariablemente con el mundo exterior, porque el mundo y la psique son aún una sola cosa… El círculo, la esfera y lo redondo son aspectos de lo autocontenido, sin comienzo ni fin… es eterno, porque, en lo rotundo, no hay antes ni después, no hay encima ni debajo, no hay espacio. Todo eso sólo puede aparecer con el surgimiento de la luz, de la conciencia, que aún no está presente». Y recodemos de nuevo que nos estamos refiriendo acá a un símbolo que aparece muy temprano en la historia de la humanidad, pero que también representa el inconsciente de un niño en el que no existe un yo, ni una persona, ni una sombra, ni un anima o animus. Ni una madre ni un padre. Todo es una totalidad inconsciente e indiferenciada.
Por eso el bebé no siente que sea alguien diferente de su madre, sino que él y su madre son una misma cosa. Dice Neumann más adelante: «El uroboros representa lo redondo que contiene, es decir, el vientre primitivo materno y el útero, pero también la unión del antagonismo masculino-femenino, los ancestros, padre y madre unidos en cohabitación permanente (…) El incesto urobórico es una forma de penetración en la madre, de unión con ella… (…) el uroboros simboliza también el impulso creador del nuevo comienzo, la ‘rueda que gira por sí misma’, el primer movimiento y la espiral…».
__________________________
Segunda etapa – La Gran Madre
Simboliza el duro enfrentamiento de la consciencia con la naturaleza dual de la vida y la muerte, y la ambivalencia de la Gran Madre como fuente de vida pero también de terror. |
Esta etapa corresponde al período en que el yo y la consciencia están aun bajo el dominio del Uroboros materno. Dice Neumann: «El yo naciente se vuelve consciente de las cualidades de placer-dolor, … en consecuencia, el mundo se vuelve ambivalente para él…. Ese mundo experimentado es el mundo del matriarcado de J. J. Bachofen, con sus diosas de la maternidad y del destino». Bachofen fue un teórico suizo del matriarcado, que investigó hacia 1850. Fue uno de los principales antropólogos que estudio el símbolo, específicamente en los mitos. Su obra más conocida es El matriarcado, que es una investigación sobre el mundo antiguo, en la que planteó que el matriarcado fue el régimen más antiguo en la historia y que existió una mitología femenina relacionada con la gran madre.
Esta es la venus de Willendorf del período paleolítico y la otra fue encontrada en Turquía en el s. V a.C. Quise dar ejemplos de figuras bondadosas o terribles. Dice Neumann: «La madre devoradora y malvada, y la madre dadora y bondadosa son dos aspectos de la gran Diosa Madre ourobórica que reina en ese nivel psíquico… En ese estadio la consciencia no logra aún encontrar un punto de apoyo firme en medio del diluvio del ser inconsciente» Y es que el bebé empieza a vivir a la madre en lo positivo y en lo negativo.
Esta es nuestra diosa Bachué con su hijo amante. Y es que a pesar de la ambivalencia madre-hijo, hay una gran simbiosis entre los dos. Pero recuerden que también nos referimos acá a la relación de la consciencia con el inconsciente. Dice Neumann: «El reflejo de ese estadio inicial de la conciencia en su relación con el inconsciente es encontrado en la mitología de la Madre Diosa y de su vínculo con el hijo amante…».
Esta etapa puede representar para la consciencia incipiente, tanto un inconsciente positivo generador de vida como al inconsciente negativo generador de muerte. Es decir, lo puede sentir como amable a la vez que peligroso y perseguidor. Dice Neumann: «Las culturas de la Madre Diosa y sus mitologías están íntimamente relacionadas en general con la fertilidad y el crecimiento y, en particular, con la agricultura.. (…) Sin embargo, ese niño sufre el mismo destino del amante adolescente que le sucede: y es que muere. Su sacrificio, muerte y resurrección son el punto central de cultos rituales primitivos de la humanidad…, el niño es asociado al ritmo anual de la vegetación… En una fase en que la conciencia comienza a obtener su auto-conciencia… la preponderancia del uroboros maternal se torna trágicamente funesta para ese yo» (Neumann, 1968:49-51). Es decir y, en mis palabras, que el mismo sentir que la madre puede ser peligrosa, hace que comience la consciencia a pensar en separarse de ella.
Esta otra imagen es de la Bruja Rangda en una danza ritual en Indonesia. Y es que sigue la ambivalencia con la gran Madre Diosa: «No son apenas divinidades que alimentan, tejen, dan y conservan la vida, sino también diosas de la avidez de sangre y de lo salvaje… Sin embargo, están subordinados a un sentido más elevado de la naturaleza, que es el sentido de la fecundidad».
En el nivel siguiente, «el temor del adolescente lleva a la fuga y a la resistencia bajo diferentes formas…, la actitud de desafío, el rehusarse a amar lleva, no obstante, a lo que la Madre Terrible desea, o sea, el ofrecimiento del falo (la auto-castración)» Esto me recuerda la escena del mito de la creación Kogui, en el que el hijo Sintana debe huir de su madre que ha enviado al jaguar para perseguirlo.
Y también la consciencia naciente sufre de un conflicto interno que, como suele suceder, lleva a un desarrollo, a un progreso. «Esa fragmentación se revela después en el motivo de los hermanos gemelos hostiles, o motivo arquetípico de la autodivisión…. Este motivo surge cuando el elemento masculino se separa, mediante la autodivisión, en un elemento autodestructivo-asesino, de un lado, y de otro, un elemento positivo-creador, llegando a la autoconciencia» Esa autodivisión de la consciencia puede representarse simbólicamente con la rivalidad de los hermanos, como la de Caín y Abel. Y es una lucha a muerte.
Otro mito común en la historia es el del sacrificio del adolescente: «En el comienzo de ese ritual, sucede cada año la muerte del rey adolescente de la fecundidad, cuyo cadáver es despedazado y esparcido por los campos… Posteriormente, cuando el matriarcado se transformó en patriarcado,…. el rey permanecía vivo, una vez que el animal o ser humano sustituto … volvía su muerte innecesaria». O sea que este mito cambia cuando se pasa del matriarcado al patriarcado.
__________________________
Tercera etapa – La separación de los padres primordiales
Marca para la consciencia el inicio de la diferenciación entre los principios masculino y femenino, fundamentales para el desarrollo de la consciencia. |
Esta es una imagen egipcia de La separación del cielo y la tierra. que también representa simbólicamente este momento. Psicológicamente corresponde al surgimiento de los opuestos, y sabemos la importancia que tienen este par de contrarios en la vida psicológica. El individuo se mueve siempre resolviendo internamente conflictos entre fuerzas opuestas, que llevan a movimientos psíquicos. «La separación de los Padres del Mundo, la división entre los opuestos a partir de la unidad, la creación del cielo y de la tierra, del encima y del abajo, del día y de la noche, de la luz y de las tinieblas, el acto que es un crimen y un pecado…. Es creencia común de los pueblos primitivos que el cielo y la tierra estaban originalmente unidos uno al otro…«
Y un par de opuestos por excelencia son los de la luz y la oscuridad, entre el sol y la luna. Veamos lo que dice el autor: «La luz, símbolo de la conciencia y de la iluminación, es el principal objeto de las cosmogonías de todos los pueblos. En consecuencia, en las leyendas de creación de prácticamente todos los pueblos y religiones, el proceso de creación se halla fundido con el surgimiento de la luz… Ese acto de cognición y de discriminación consciente, divide el mundo en opuestos…».
Llega finalmente al nacimiento del yo, que es la última fase de esta primera etapa del mito de la creación. Y que puede estar representada por la salida de Adán y Eva del paraíso. Esta pintura es el Adán y Eva en el Paraíso, de Miguel Ángel, y que está en la Capilla Sixtina. ¿Qué dice Neumann? «Por medio del acto heroico de la creación del mundo y de la división entre opuestos, el yo sale del círculo mágico del uroboros y entra en un estado que siente como soledad y discordia interna. Con el surgimiento del yo, la situación paradisíaca es abolida… Esto… lleva a la división de la constitución hermafrodita y a la separación del mundo en sujeto y objeto, dentro y fuera, y también al surgimiento del bien y del mal… La superación del yo… compensada por la depresión autodestructiva… siendo todo eso síntomas característicos de la pubertad». Y hasta acá llega el estadio de la creación, que es el más extenso de los tres.
___________________________________________________
MITO DEL HÉROE
Este segundo estadio del Mito del Héroe contiene tres etapas: 1) El nacimiento del héroe, 2) El asesinato de la madre, y 3) El asesinato del padre.
_________________________________
Primera etapa – El Nacimiento del Héroe
Indica el surgimiento del yo individual, que inicia el proceso de separación del inconsciente y la lucha por la autonomía. |
Con el Mito del Héroe se entra en una nueva fase en la que el yo y la consciencia se continúan afianzando, y aparece en los mitos un aspecto muy estudiado por Otto Rank, y es que los héroes suelen tener dos pares de padres, unos terrenales y otros divinos. Acá pongo el caso de Cristo como héroe. “El hecho de tener el héroe dos padres o dos madres constituye una característica esencial del canon del mito del héroe. Además de su padre personal, hay un padre ‘superior’, esto es, una figura arquetípica de padre, apareciendo de igual manera, al lado de la madre personal, la figura de una madre ‘superior’.”
Otra característica del nacimiento del héroe es que no sucede como el resto de los humanos. Recordemos que el ángel Gabriel visita a María, que no ha cometido impurezas con José, para anunciarle el nacimiento de Cristo. Dice Neumann: «Lo importante en el nacimiento del héroe es siempre su naturaleza poco común, diferente o sobre-humana. El milagro de su nacimiento era atribuido por la mujer a los espíritus ancestrales, lo cual es una experiencia pre-patriarcal que antecede la época en que se pasó a reconocer el nexo causal de la procreación con el intercambio sexual con el hombre. La experiencia primaria de la mujer con el nacimiento es matriarcal. No es el hombre el padre del hijo: el milagro de la procreación viene de Dios…”
En el comienzo, la Gran Madre era el único creador verdadero, más tarde ella es embarazada por un procreador espiritual y finalmente lo hace un Rey-Dios patriarcal. Esto sucede en Egipto: “La naturaleza doble del padre es reproducida en el hijo Horus por él generado, que es `hijo de su padre y todavía, al mismo tiempo, un hijo del Dios supremo’. Y esa estructura dual del rey reaparece también en el motivo arquetípico de los hermanos gemelos, uno mortal y otro inmortal, cuyo ejemplo más evidente es el mito griego de los Dióscuros”. Recordemos que los Dióscuros eran hermanos mellizos en la mitología griega, hermanos de Helena de Troya: Castor, que era mortal y Pólux, que era inmortal.
Más tarde, la consciencia logra independizarse del inconsciente matricial y asumir una autonomía masculina. Dice el autor: “El yo que despierta experimenta su masculinidad, o sea, su autoconciencia cada vez más activa… Es expulsado de la matriz maternal y se encuentra a sí mismo al distinguirse de esa matriz… Los hombres son asociados a los padres…, que son el ‘baluarte de la ley y el orden’… en oposición a la tierra femenina…
«De ahí viene la correlación fundamental entre cielo y masculinidad…. Es la comprobación de la capacidad manejable de preservar, donde sea necesario el yo y la conciencia, y de superar la naturaleza inconsciente e infantil de los miedos e impulsos… Cielo, padre, espíritu y masculino son correlacionados y representativos de la victoria del patriarcado sobre el matriarcado…”. Creo que esto se relaciona con algo que sucede en muchas comunidades indígenas, y es que cuando los jóvenes llegan a cierta edad, son alejados de las madres (es decir de lo femenino matricial) y pasan por una serie de rituales dolorosos que representan el paso al mundo de los guerreros (es decir de la masculinidad).
________________________________
Segunda etapa – El Asesinato de la Madre
Simboliza el desprendimiento del individuo del mundo matriarcal, que significa también la separación de la consciencia del dominio de lo inconsciente. |
Esta Segunda etapa de este estadio, el asesinato de la madre, surge de la autonomía del adolescente que debe matar simbólicamente a la madre para poder abrirse a la posibilidad de enamorarse de otra mujer. Esta es una imagen de San Jorge y el dragón, del S. XVI. Y es que el dragón suele simbolizar la madre y el inconsciente. Dice nuestro autor: “Ahora, el yo está ante la ‘lucha con el dragón’, la cual “representa tres componentes principales: el héroe, el dragón y el tesoro. Al vencer al dragón, el héroe gana el tesoro, que es el producto final del proceso simbolizado por la lucha…».
El miedo al dragón representa «el temor masculino al elemento femenino en general. El incesto del héroe es el incesto con la Grande y Terrible Madre. …. Superar el miedo de ser castrado significa vencer el dominio de la madre… Para el yo y para el elemento masculino, el elemento femenino es sinónimo de lo inconsciente… El vientre de la mujer es el lugar de origen de donde se vino”. Es el combate con una madre que no se puede considerar una figura personal, sino que se trata del arquetipo de la madre, que es el origen de todo, incluso de lo inconsciente.
En la lucha con el dragón, el cual es a veces reemplazado en los mitos por la ballena, el héroe debe llevar a cabo en la barriga del monstruo una transformación que le permita ser liberado por ese monstruo. Esta es una pintura de Jonás que fue lanzado a las aguas, devorado por una ballena y arrojado por esta luego de un tiempo. Dice el autor: “El ser devorado es a menudo representado como una derrota preliminar en la lucha contra el dragón”. Ocurre entonces “una fase de cautividad y derrota durante su enfrentamiento con el monstruo… Esta fase es el necesario preludio al renacimiento… En esa secuencia de peligro, batalla y victoria, la luz cuya significación para la conciencia repetidamente enfatizamos- es el símbolo central de la realidad del héroe…. El héroe no es solamente el vencedor del elemento materno, sino que también mata el aspecto terrible de este para libertar su aspecto fecundo y benéfico”
________________________________
Segunda etapa – El Asesinato del Padre
Representa la superación de la autoridad paterna y de la estructura patriarcal, lo que permite que emerja una consciencia autónoma. |
Esta es una pintura que muestra a Cronos castrando a su padre Urano con una hoz. Dice Neumann: “La transición para el patriarcado lleva a un nuevo énfasis de valores. El matriarcado, o sea, el dominio de lo inconsciente pasa entonces a ser negativo. Es a causa de eso que le da a la madre el carácter de dragón y Madre Terrible. Ella es el aspecto antiguo a ser superado. Surge al lado de ella el tío materno, que, en el matriarcado, es portador del complejo de autoridad… Es portador de aquello que denominamos ‘cielo’, símbolo de masculinidad… es el deber, la prohibición y la coerción… El deseo del niño de matar, se dirige contra esa autoridad que representa la ley colectiva”. En el patriarcado, el conflicto que comienza contra el tío materno es sustituida luego por el conflicto contra el padre, con la consiguiente necesidad de asesinar al padre, sin lo cual “ningún desarrollo de la conciencia y de la personalidad es posible”.
Como se dijo antes, «los tres elementos básicos del mito del héroe son el héroe, el dragón y el tesoro» Resta analizar el tercer elemento, que es el propósito de la lucha con el dragón. Solamente en esa lucha el héroe se muestra como tal y es transformado juntamente con aquello que él libera. De ahí que siga el siguiente estadio de transformación.
___________________________________________________
MITO DE TRANSFORMACIÓN
Este Mito de la Transformación contiene dos etapas: 1) La Cautiva y el Tesoro y 2) La Transformación de Osiris.
________________________________________
Primera etapa: La Cautiva y el Tesoro
Refleja los desafíos y las recompensas en el camino del individuo hacia la realización personal y la conquista de su propio mundo interno. |
Neumann ejemplifica este mito con la historia de Perseo, que es quien debe rescatar a Andrómeda. En esta etapa se evidencia lo que analiza Neumann: “El objetivo mitológico de la lucha con el dragón es casi siempre la virgen, la cautiva o, de modo más general, algo ‘precioso difícil de obtener’. En numerosos mitos, el objetivo de la lucha es la liberación de una cautiva del poder de un monstruo. Este es arquetípicamente un dragón…« En el mito analizado, Perseo debe enfrentarse y asesinar al padre, simbolizado por el monstruo marino.
En muchos cuentos de hadas, se ilustra esta historia, en que el héroe debe matar al dragón para poder salvar a la doncella que está cautiva por el monstruo. De nuevo, simbólicamente, es necesario que el adolescente mate internamente la imago de la madre para poder enamorarse de otra mujer.
En este mito, y por si quedaran dudas, el héroe Perseo debe matar directamente a una mujer, representada en este caso, por la Medusa: «La liberación y conquista de la cautiva forman un estadio más avanzado en la evolución de la consciencia masculina…. Esto incluye también una transformación con el elemento femenino… lo que significa la separación del aspecto de feminidad de la imagen de Madre Terrible… Se trata de la cristalización del Anima a partir del arquetipo de la madre.» Es decir, decapitar a la Medusa significa liberar al Anima de la imago materna. Así el héroe puede enamorarse de una mujer diferente a la madre.
Lo anterior permite una relación de pareja estable. Dice el autor: «A la unión entre el hijo adolescente y la Gran Madre sigue una fase de desarrollo en que el hombre adulto se une a una compañera femenina de su propia edad y tipo, en el hieros gamos. Y sólo así, la masculinidad alcanza la madurez…. Con la liberación de la cautiva… la era patriarcal entra en vigor. Esta aún no es patriarcal en el sentido de la subyugación de la mujer, sino en términos del ejercicio de la autoridad plena del hombre sobre sí mismo”. Recordemos que Hieros gamos significa un matrimonio sagrado.
Y el proceso de la consciencia continúa, ya que el mito deja de ser abstracto para materializarse y encarnarse en el ser humano: “El descubrimiento de la realidad de la psique corresponde, mitológicamente, a la liberación de la cautiva y al descubrimiento del tesoro. El poder creador primordial de la psique que, en los mitos de creación, era proyectado sobre el cosmos es ahora experimentado humanamente, o sea, como parte de la personalidad, como alma. Solamente ahora el héroe se vuelve hombre… Al libertar la cautiva y apoderarse del tesoro, el hombre obtiene la posesión de su propia alma”
Esto significa que al igual que el hombre puede sentirse atraído por otra mujer, también puede internamente relacionarse con su propia psique, lo que se explica en la última etapa.
________________________________
Segunda etapa: La Transformación de Osiris
Encarna la integración de los opuestos y la renovación espiritual, que simboliza la culminación del proceso de individuación y el alcance de una nueva etapa de consciencia. |
Esta es la segunda y última etapa de todo este recorrido por los mitos universales relacionados con la evolución de la conciencia, y representa la fase en la que se logra la individuación.
Explico antes la teoría de lo que sucede, para luego descubrir por qué Neumann escoge este mito para describir mitológicamente lo que sucede. Todo tiene que ver con la adaptación y la individuación, a través de la extraversión, la introversión y la centroversión.
Me apoyo con esta imagen que utiliza Marie Louise von Franz, y la explica de la siguiente manera: “La psique se puede comparar con una esfera con una zona brillante (A) en su superficie, que representa a la consciencia. El yo es el centro de la zona. El Sí mismo es a la vez el núcleo y toda la esfera…”. Y ahora, paso a cómo Neumann describe el proceso de adaptación e individuación: “El desarrollo de la personalidad se realiza básicamente en tres dimensiones. La primera es la adaptación y el desarrollo para fuera, para el mundo y para las cosas, también conocida como extraversión; la segunda es la adaptación y el desarrollo para dentro, para la psique objetiva y para los arquetipos, también conocida como introversión. La tercera es la centroversión, que es la tendencia autoformadora o individuadora, que se procesa en el interior de la propia psique…”
Y con la siguiente cita, Neumann amplía más esta meta final: “El verdadero objetivo del héroe es la autotransformación… en la lucha entre el héroe y el dragón…. Se constata un aumento continuo de la centroversión como tendencia a la consolidación del yo y a la estabilización de la consciencia. La centroversión lleva a la creación de un punto de apoyo y a la resistencia a la fascinación del mundo y del inconsciente, que tiende a rebajar la consciencia y disolver la personalidad. Ambas orientaciones de la personalidad, la introversión y la extroversión, pueden sucumbir a ese peligro. La centroversión procura… proteger la personalidad y contraponerse al peligro de la disolución».
Y ahora, después de la teoría, pasemos al mito. Neumann dice que “Un excelente ejemplo de la tendencia a la centroversión y de su simbolismo en la humanidad lo encontramos en Egipto, en el culto y en el mito en torno a la figura de Osiris». En el mito, Osiris es asesinado por Set, descuartizado y enterradas sus partes en diferentes partes del campo. Isis, su hermana, madre, esposa, recupera su cuerpo, con lo que lo resucita. «El hecho de haber Osiris resucitado de la tierra para el cielo y de haber superado la muerte y el descuartizamiento, lo convierte en líder de la humanidad como ejemplo de la trasformación y de la resurrección… las cuales corresponden a una transformación psicológica».
«Al ser recogidas las partes de Osiris despedazado, no fue posible encontrar el falo e Isis lo sustituyó por uno de madera, o sea un falo de culto…». Ese suceso es una paradoja que representa un doble significado simbólico: de un lado, despedazado, Osiris es el portador de la fertilidad, pero como falo de culto, él es lo permanente y lo imperecedero. Es como si se produjera una muerte y un renacimiento. Como si se retornara al uroboros a través de la individuación.
El autor lo sintetiza de esta forma: «Así, el desarrollo arquetípico de las fases de la consciencia termina, de hecho, en Osiris y en su transformación, que forman el prototipo mitológico del fenómeno que solo milenios más tarde surgiría como el proceso de individuación del hombre moderno. Como una revolución copernicana, la consciencia da la vuelta y se encuentra con el Sí-mismo, alrededor del cual gravita el yo en la paradoja de no identidad e identidad. De ese modo, comienza el proceso psicológico de la asimilación del inconsciente por la consciencia moderna; y la consecuente movilidad del centro de gravedad del yo para el Sí-mismo representa la última etapa alcanzada por el desarrollo de la consciencia humana»
Concluyo reiterando el propósito general de Neumann en esta obra. Parte de la premisa de que la conciencia humana no es un fenómeno estático, sino que ha evolucionado a lo largo del tiempo en respuesta a diversos factores, incluyendo la transformación de la sociedad, la cultura y la psicología individual y colectiva. Y el libro se centra entonces en el análisis de los mitos y símbolos a lo largo de la historia para ilustrar cómo la conciencia humana ha ido desarrollándose, basándose en la teoría de Jung sobre el inconsciente colectivo y en la importancia de los arquetipos en la formación de la psique humana.
___________________________________________________
Debe estar conectado para enviar un comentario.