Lo Numinoso – Juan Carlos Alonso

Sombra y oscuridad: la noche del diluvio, William Turner, 1843

Numinoso es un concepto utilizado por el teólogo alemán Rudolf Otto, gran erudito en el estudio comparativo de las religiones, en su libro Lo santo: Lo racional y lo irracional en la idea de Dios (The Idea of the Holy, publicado en 1917). Otto se conoció con Jung durante las conferencias del Círculo de Eranos. Se decía que Olga Fröbe-Kapteyn, dueña de la casa donde se reunían era la «fundadora» de estos encuentros, Otto era el «denominador» pues fue quien les dio el nombre, y Jung era el «inspirador».

Jung da créditos a Otto cuando menciona que numinosum se refiere a «lo indecible, lo enigmático, lo horripilante, lo completamente distinto, la propiedad experimentable directamente sólo en lo divino que le incumbe» (Jung y Jaffé, 1994, p. 480).

Jung relaciona el concepto de lo numinoso con el de religión. Consideraba que la religión era una actitud mental, una consideración cuidadosa y una observación en relación con ciertos “poderes”; espíritus, demonios, dioses, leyes, ideales – o, de hecho, una actitud hacia todo lo que ha impresionado a una persona lo suficiente para que sea movida a la adoración, la obediencia, la reverencia y el amor. En las propias palabras de Jung: “Podría decirse, pues, que el término “religión” sirve para designar la particular actitud de una conciencia que ha sido modificada por la experiencia de lo numinoso” (OC 11, Par. 9).

En 1937, afirmó que cuando él hablaba de religión, se refería a una observación cuidadosa y concienzuda de eso que Otto había bautizado acertadamente con el nombre de lo numinoso, entendido como una fuerza o presencia dinámica que, actuando por sí misma, afecta y domina a la persona, quien siempre es más su víctima que su creadora. Y que, independiente de cuál fuese la causa de lo numinoso, representaba un poder independiente de la voluntad del individuo.

Afirmaba Jung:

Tanto la doctrina religiosa como el consensus gentium han insistido siempre y en todo lugar en que dicha condición ha de ser correlacionada con una causa exterior al individuo. Lo numinoso es la propiedad de un objeto visible o el influjo de una presencia invisible que suscita una particular alteración de la conciencia (Jung, OC 11, Par. 6)

Pero lo numinoso puede ser proyectado en el exterior. Según Astor, lo numinoso puede ser una cualidad que se perciba tanto en personas como en objetos, de manera visible o invisible (1995). También Sharp afirma que el término numinoso es aplicable a «personas, cosas o situaciones que tienen una profunda resonancia emocional, psicológicamente asociado con experiencias del Sí-mismo» (1994, p. 138).

Dice Samuels que la numinosidad es un aspecto de la imagen supra-ordenada de Dios, sea personal o sea colectiva (Samuels, 1997, p. Numinoso). Jung recuerda que este concepto de imagen de Dios:

procede de los padres de la Iglesia, según los cuales la imago Dei está acuñada en el alma del hombre. Si una imagen de este tipo emerge espontáneamente en sueños, fantasías,  visiones,  etc., debe entenderse dentro del modo de observación psicológico como un símbolo del Sí-mismo (Jung, 1994, p. refer Recuerdos)

En términos psicológicos, Jung postulaba la realidad de una imagen de Dios como un símbolo unificador y trascendente, capaz de reunir fragmentos psíquicos heterogéneos o de unir opuestos polarizados (Samuels, 1997, p. 61).

Esto último es otra característica frecuentemente relacionada con esta experiencia religiosa, y es su cualidad trascendental. Jung descubrió que para experimentar lo numinoso era necesario tener una creencia previa en un poder trascendente, consciente o inconscientemente. Lo numinoso no puede ser buscado activamente, sino que el individuo debe solamente abrirse a él. Aunque desafía explicaciones, parece sin embargo contener un mensaje individual misterioso y enigmático. Sin embargo, la experiencia de lo numinoso va más allá de simplemente sentir una fuerza tremenda y compulsiva; implica enfrentarse con una fuerza que tiene «un significado aún no revelado, atractivo y fatídico» (Samuels, 1997, p. 61).

A partir de sus investigaciones sobre experiencias religiosas, Jung llegó a la conclusión de que en tales ocasiones, emergen contenidos previamente inconscientes que ejercen un dominio sobre la conciencia, de manera similar a como sucede en situaciones patológicas, en las que el inconsciente invade la personalidad consciente. Sin embargo, a diferencia de estas últimas, las experiencias numinosas no suelen ser consideradas psicopatológicas.

De otra parte, ante relatos presentados de encuentros individuales con lo “divino”, Jung sostenía que no encontraba que fueran necesariamente prueba de la existencia de Dios; sin embargo, «en todos los casos, las experiencias eran de una profundidad tal, que las meras descripciones no podían dar cuenta de sus efectos» (Samuels).

También observó Jung que algunas de las manifestaciones religiosas podían verse como un mecanismo de protección contra lo numinoso. Para él, las prácticas religiosas, doctrinas y dogmas, así como los rituales y representaciones, las veía como necesarias para proteger a las personas del impresionante poder de una experiencia tan directa de lo numinoso.

También las ideas que Jung tenía respecto a los espíritus se relacionaban con lo numinoso. Pensaba que este tema de los espíritus podía ser mejor entendido en sus discusiones de imágenes arquetípicas en los mitos, la alquimia, y los cuentos de hadas (cuentos de «espíritus» por excelencia) o igualmente en su tratamiento de lo que él llamó fenómenos ocultos, sucesos extraños, fantasmales, o paranormales que Jung consideraba manifestaciones de complejos psicológicos (Hopcke, 1999: espíritu). Los cuentos de hadas, por ejemplo son historias desarrolladas en torno a temas arquetípicos, y Jung tenía como hipótesis que la intención original de éstos no era el entretenimiento, sino viabilizar un modo de hablar sobre fuerzas oscuras temibles e inabordables en virtud de su numinosidad.

Desde la escuela evolutiva junguiana, Neumann afirma que lo numinoso es la experiencia central del yo en relación con todos los arquetipos. Lo numinoso es la vivencia fundamental que el yo tiene del inconsciente colectivo y del mundo en el que se proyectan los arquetipos. (Neumann, 2015, p. 203). La irrupción de lo numinoso se convierte, en el pensamiento junguiano, en una cualificación de la emergencia de los arquetipos que ostentan ese carácter de autonomía y ascendencia por encima de la consciencia del sujeto (Chavez, 2009). La numinosidad, al igual que la inconsciencia y la autonomía son los aspectos principales de las imágenes arquetípicas, como motivos repetidos en todo lugar y durante toda la historia (Samuels, 1997, p. 26).

Existen similitudes de lo numinoso con lo que en psicología humanista contemporánea se llaman las «experiencias máximas», que se refieren a momentos de intensa realización personal, plenitud emocional y conexión profunda con el entorno y uno mismo. Estas experiencias suelen implicar una sensación de trascendencia, significado y autenticidad, donde la persona se siente completamente inmersa en el momento presente y experimenta un profundo sentido de unidad con el universo. La psicología humanista considera estas experiencias como fundamentales para el crecimiento personal y la autorrealización.

Referencias

Astor James (1995). Michael Fordham: Innovations in Analytical Psychology. London and New York: Routledge.

Chavez, Daniel (2009). Síntesis de la obra Imago Dei: un estudio sobre la psicología de la religión en C.G. Jung de James W. Heisig, http://www.adepac.org/inicio/imago-dei-un-estudio-sobre-la-psicologia-de-la-religion-en-c-g-jung/

Hopcke, Robert (1999). A Guided Tour of the Collected Works of C. G. Jung. Ed. Shambhala.

Jung C. G. (2008) Obra Completa, Volumen 11, Acerca de la psicología de la religión occidental Occidental y de la religión Oriental. Madrid: Editorial Trotta.

Jung C.G. y Jaffé Aniela (1994). Recuerdos, sueños, pensamientos. Barcelona: Editorial Seix Barral.

Neumann, Erich (2015). Los orígenes e historia de la consciencia. Lima: Traducciones Junguianas.

Otto, Rudolf (2001). Lo santo. Lo racional y lo irracional en la idea de Dios. Madrid: Alianza editorial.

Samuels Andrew et al. (1997). A critical Dictionary of Jungian Analysis. London and New York: Routledge.

Sharp, Daryl (1994). Lexicón Jungiano. Santiago de Chile: Cuatro Vientos Editorial.

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