El Banco Onírico: un nuevo espacio para compartir y donar sueños

 Yo soñé que soñaba. Y soñé que despertaba del segundo sueño,
del sueño soñado y decía: ‘Ah, fue un sueño’, y creía estar despierto.
Quizá la vida sea eso, un sueño metido dentro de otro. Quizá la vida
sea el tercer sueño concéntrico del que uno despierta cuando se muere.
     
Marco Denevi

Cualquiera que, despierto, se comportase como lo
hiciera en sueños, sería tomado por loco.
     
Sigmund Freud

Un hombre que no se alimenta de sus sueños, envejece pronto.
     
W. Shakespeare

El sueño es una pequeña puerta escondida en lo
más profundo y más íntimo del alma, que se
abre a esa noche cósmica que fue alma mucho
antes de que existiera la conciencia del yo.
C. G. Jung

Cada noche nos visita un mundo de imágenes, escenas y relatos que, al amanecer, suelen desvanecerse. Con el Banco Onírico abrimos un espacio sencillo y cercano para guardar esos sueños antes de que se pierdan: un archivo vivo, participativo y en español, donde cualquiera puede donar su sueño y, al hacerlo, sumar su voz a una memoria colectiva.

¿Por qué compartir los sueños?

Porque son materia prima de la vida interior: traen preguntas, intuiciones, humor, temores y hallazgos. Al registrarlos y compartirlos, rescatamos algo valioso que se olvidaría, y además descubrimos resonancias con otras personas. No buscamos “explicarlo todo”, sino escuchar mejor lo que cada sueño trae.

Cómo participar

  • Entra al blog y comparte tu sueño en el formulario.
  • Puedes firmarlo con tu nombre o mantenerte en anónimo.
  • Cuidamos el lenguaje y la confidencialidad.
  • Los sueños se publican como testimonio, no damos diagnósticos.

Visítalo aquí: bancosuenos.blogspot.com

Ideas y experiencias que nos inspiran

Este proyecto dialoga con iniciativas que, en distintos lugares, han invitado a resguardar lo onírico:

  • DreamBank: es un archivo clásico de relatos oníricos que mostró el valor de conservar sueños en un repositorio abierto para ver continuidades y sorpresas a lo largo del tiempo.
  • Sleep and Dream Database (SDDb): una base extensa impulsada por investigadores y amantes de los sueños; subraya que, al reunir muchos relatos, aparecen temas comunes… y también joyas únicas.
  • Museum of Dreams: una plataforma cultural que trata los sueños como parte de nuestro patrimonio simbólico, un bien que merece ser contado, cuidado y compartido.
  • Dream Archive (Croacia, Bienal de Venecia 2013): proyectos participativos en museos y bienales): experiencias donde la gente deposita su sueño como quien deja una carta en una cápsula del tiempo.
  • Dreamboard (app) y otras herramientas de diario onírico: recordatorios amables para escribir apenas despertamos, antes de que el sueño se evapore.
  • Shadow (app): despertador/diario onírico que buscó crear una gran base global de sueños (campaña y cobertura original).
  • “Pandemic Dreams” – recopilaciones durante COVID-19 (ej. trabajo de Deirdre Barrett en Harvard y notas de prensa): útiles para mostrar cómo los archivos de sueños capturan el clima social de una época.
  • Cápsula del tiempo de los sueños – Eva Frapiccini: proyecto artístico itinerante para recolectar y “sellar” sueños, pensado como archivo de memoria onírica.

El Banco Onírico recoge ese espíritu y lo acerca a nuestra lengua y a nuestro contexto latinoamericano: un lugar cercano, respetuoso y gratuito para que cualquier persona pueda dejar su huella onírica.

Sueños y mitos: expresiones gemelas del inconsciente

El Banco Onírico tiene un hermano gemelo: el Blog Mitos Latinoamérica, que ha recibido más de 2.280.000 visitas. Ambos espacios narran manifestaciones profundas del inconsciente, pero desde perspectivas distintas. Mientras el blog de mitos se alimenta de los relatos tradicionales que he venido recogiendo a lo largo de los años —expresiones del inconsciente colectivo—, el Banco Onírico se nutre de los sueños personales que los lectores generosamente donan.

Nuestra mente produce cada noche un caudal de imágenes oníricas que, si no son recordadas ni compartidas, se pierden para siempre. Con este proyecto queremos ofrecer un lugar donde ese material precioso pueda ser rescatado, conservado y compartido. Como terapeuta que trabaja con sueños sé que su interpretación requiere la presencia del soñante, por lo cual aquí no se trata de analizarlos, sino de preservarlos para que otros puedan dejarse tocar por su misterioso lenguaje simbólico.

Así, mientras los mitos nos recuerdan la memoria colectiva de los pueblos, los sueños personales que cada lector comparte mantienen viva la memoria íntima de lo inconsciente. Y es aquí donde el Banco Onírico cumple su tarea: custodiar con cuidado esos relatos donados, preservando su riqueza simbólica y la confidencialidad de quienes los confían.

Cuidado y respeto

  • Valoramos la sensibilidad de lo que se comparte.
  • No publicamos datos privados ni material que identifique a terceros, sin consentimiento.

Te invito a donar un sueño. Quizá para ti sea una escena curiosa; para otra persona, una clave. Y, para todos, una forma de recordar que, por las noches, nuestra imaginación sigue trabajando por nosotros.

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